Uyuni... tercera parte
Nos tuvimos que despertar a las 5 de la mañana para tener mejor vista de nada más ni nada menos que los Géiseres justo cuando se ponía el sol... todos estábamos felices, pasando encima de los géiseres, tratando de abrazar las inmensas fumarolas que expedían porque el calor que salía del subsuelo nos hacía sentir un poco más de calorcito entre tanto frío, el paisaje era muy lindo y como fuera de este mundo, lo único malo, el tremendo olor a azufre que expedían estas cosas... pero valió la pena. Saliendo de los Géiseres nos dirigimos a las Aguas termales, en donde prestísimo John, Clodagh y yo mera nos pusimos los trajes de baño en el intenso frío para entrar a la deliciosa agua que estaba a 30 maravillosos grados!!. Nos quedamos en el agua hasta que de plano éramos unas pasitas!! Y salimos de las Aguas Termales al intenso frío... pero no fue tanto porque el paisaje nos distrajo. Después del desayuno salimos para el Desierto Salvador Dalí... un paisaje que como su nombre lo dice parece sacado de una surrealista obra de este pintor! Nos dirigimos a Laguna Verde, en la base del volcán, una vista maravillosa y los colores que ni en sueños había visto, muchas fotos (que compartiré pronto con ustedes) y por ahí la tristeza se iba colando en nuestra camioneta cuando llegamos a la frontera con Chile, el lugar en el que para nuestra poca fortuna nos tendríamos que separar, los Irlandeses tendrían que seguir hacia Chile y luego tomar su vuelo para Nueva Zelanda y Jason y yo solo cruzaríamos para luego regresar a Bolivia y seguir nuestra parte del viaje... entre risas, lagrimas y muchos abrazos, el grupo tuvo que separarse y Jason y yo continuamos el camino solos, pasamos a Chile y vimos unos volcanes inmensos y la frontera con Argentina y de ahí regresamos a Bolivia ya sin nuestros amigos irlandeses. QUE GANAS DE QUEDARME EN CHILE!! -decía Jason, pero tengo que tomar mi vuelo a la selva- y yo pensaba lo mismo, solo que mi vuelo era para Ecuador, y de ahí a casa. Nuestro guía nos dio a Jason y a mi a escoger el camino a tomar ya que estábamos solos, decidimos ver por última vez la Laguna Colorada y luego partir para el lugar donde pasaríamos nuestra última noche en Uyuni... Villa Mar. VILLA MAR Un simpático pueblecillo con 1900 habitantes solamente, famoso por ser el sitio donde una avioneta tuvo un estruendoso choque pero donde todos los tripulantes sobrevivieron según la historia de nuestro guía y algunos lugareños. Pueblo pintoresco en donde pasamos nuestra última noche en Uyuni, donde comimos deliciosa pasta con queso y donde conocimos a Máximo, Stephan y Julien, unos simpatiquísimos franceses que serían parte de otra historia que les seguiré contando en la cuarta y última parte del frío y surrealista Uyuni
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